Las emociones contenidas hacen resurgir aquellos recuerdos que quedaron en el pasado, y se sienten con tal magnitud que no somos capaces de comprender...
En las heridas del alma, como todas las heridas, también quedará una cicatriz.
¿Para siempre? Para siempre.
¿Entonces no se supera? Se supera pero no se olvida.
Cuando el proceso es bueno, las cicatrices ya no duelen y con el tiempo se mimetizan con el resto de la piel y casi no se notan, pero están ahí.
¿Me duele? No, ni siquiera cuando me toco. No me duele. Pero si uno mira de cerca, la cicatriz está.
Es difícil olvidar a alguien que era importante.
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